El método científico y la mitología.

Hoy Sandra de la Maza de 1º ESO quiere explicarnos que hay debajo del suelo. Esta entrada nace como fruto de una actividad en la asignatura de Ciencias de la Naturaleza titulada: El método científico y la mitología. En ella había que inventar y redactar una leyenda o mito que explicase : ¿por qué las nubes no se caen?, ¿por qué se hace de noche?, ¿qué hay debajo del suelo?, ¿por qué las luciérnagas lucen en la oscuridad?. Ahí va la historia, gracias Sandra:

“Se dice que debajo del suelo viven seres mágicos, aquellos que siempre hemos oído hablar pero que nunca los hemos podido ver. Entre granito y granito de tierra vive un ser mágico. ¿Y cómo es posible qué un ser mágico viva debajo de la tierra y sea tan pequeño? Pues verás, antiguamente los seres mágicos vivían en paz y armonía con los humanos, hasta que una hechicera ambiciosa quiso apoderarse de todos los seres mágicos y esclavizar a la humanidad, pero un día llegó una hechicera común.

Nadie la conocía, no sabían cómo se llamaba, no tenía padres, no se sabía de donde era...etc. Un día la hechicera ambiciosa inició su plan, pero resultó, que la hechicera a la que nadie conocía era:

¡La reina del futuro pasado y presente!, además de ser hechicera.

Venía del futuro donde había visto un desgraciado mundo, y quería cambiar eso así que ideó un conjuro para que todos los seres mágicos pudieran vivir debajo de la tierra. Y así los seres mágicos empezaron a vivir debajo de la tierra, y por eso nunca hemos visto ningún ser mágico.”

Claudia Valero de 1º A ESO quiere contaros también su leyenda:
Cuenta la leyenda que había dos grandes reyes en el cielo. El Sol y la Luna. Decidieron repartirse el reino y lo llamaron Día y Noche. El Sol reinaría de día, daría luz y calor para que los seres vivos pudieran nacer, crecer. La Luna reinaría de noche, dando una luz suave que hiciera que los seres vivos descansaran, sintiéndose protegidos y así, poder recuperar fuerzas para empezar bien un nuevo dia.Y así lo hicieron, y sus reinos, son tan buenos, que duraron eternamente.
Algunas veces no vemos ni al Sol ni a la Luna, porque están juntos, como una pareja de enamorados.